domingo, 28 de noviembre de 2010

El Pecado Sexual: El Síntoma, no la Enfermedad

Dos Citas van a explicar bien que el pecado sexual no es el problema principal. Lea esto de Juan MacArthur primero y piensa en la palabra contrito y después lea lo que dijo Juan Piper en su pagina web.

"Porque así dice el Alto y Sublime Que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: "Yo habito en lo alto y santo, Y también con el contrito y humilde de espíritu, Para vivificar el espíritu de los humildes Y para vivificar el corazón de los contritos." NBLH.

Isaias 57:15 dice: "Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita en la eternidad y cuyonombre es el Santo: 'Yo habito en las alturas y en santidad.'" Esta declaracion coloca a Dios a un nivel tan alto como podamos imaginar. Pero después añade: "pero estoy con el de espiritu contritoy humillado, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los oprimidos". La palabra vivificar en este versículo se traduce en la Septuaginta (la versión griega del Antiguo Testamento) con la misma palabra griega usada en Mateo 11:28 traducida al castellano "os haré descansar". Dios da descanso, salvación, a personas humildes, contritas y con un sentido dependencia. No hay lugar para los orgullosos.
~ Juan MacArthur. El Evangelio Según Jesucristo. Casa Bautista de Publicaciones. El Paso TX. Copyright 1991. pg 108. www.gracia.org



Salmo 51:8 “Hazme oír gozo y alegría; que se regocijen los huesos que has quebrantado”. Versículo 12: “Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga” [NVI].

¿Por qué no está rogando por la abstinencia sexual? ¿Por qué no está pidiendo para que los hombres le justifiquen? ¿Por qué no está orando para proteger sus ojos y para tener pensamientos libres de deseos sexuales? Porque sabe que el pecado sexual es un síntoma, no la enfermedad. Las personas dan lugar al pecado sexual porque no tienen la plenitud del gozo y la alegría de Cristo. Sus espíritus no son firmes y estables. Son inconstantes. Están seducidos, y se rinden porque Dios no tiene el lugar que debiera tener en sus pensamientos y sentimientos...Ser cristiano significa ser quebrantado y contristado. No cometa el error de pensar que usted está más allá de esta vida. Es la marca de los hijos felices de Dios hasta que mueren. Estamos quebrantados y contristados en todo nuestro viaje a casa, a menos que el pecado nos tome la delantera. Estar quebrantados y contritos no limita nuestro gozo y alabanzas y testimonio. Es el sabor del gozo cristiano y la alabanza y el testimonio. Casi uso las palabras de Jonathan Edwards quien lo dijo mejor que yo.
"Todos los afectos de la gracia [sentimientos y emociones] que son un dulce [aroma] de Cristo… son sentimientos de un corazón quebrantado. El amor cristiano verdadero, sea a Dios o a los hombres, es un amor humilde y de un corazón quebrantado. Los deseos de los santos, aunque sean muy anhelados, son deseos humildes: su esperanza es una esperanza humilde; y su gozo, aun cuando es inefable, y lleno de gloria, es el gozo humilde de un corazón quebrantado…"

~Religious Affections [New Haven: Yale University Press, 1959], pp. 339s.
Leer el articulo completo en la pagina web de Juan Piper:

No ha venido a llamar a los justos

Subiendo Jesús en una barca, pasó al otro lado del mar y llegó a Su ciudad. Y Le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: "Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados." Y algunos de los escribas decían para sí: "Este blasfema." Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: "¿Por qué piensan mal en sus corazones? "Porque, ¿qué es más fácil, decir: 'Tus pecados te son perdonados,' o decir: 'Levántate, y anda'? "Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados," entonces dijo al paralítico: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa." Y levantándose, el paralítico se fue a su casa. Pero cuando las multitudes vieron esto, sintieron temor, y glorificaron a Dios, que había dado tal poder (autoridad) a los hombres. Cuando Jesús se fue de allí, vio a un hombre llamado Mateo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: "¡Ven tras Mí!" Y levantándose, Lo siguió. Y estando El sentado a la mesa en la casa, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y se sentaron a la mesa con Jesús y Sus discípulos. Cuando los Fariseos vieron esto, dijeron a Sus discípulos: "¿Por qué come su Maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores?" Al oír Jesús esto, dijo: "Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. "Pero vayan, y aprendan lo que significa: 'MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO'; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores." Mat 9:1-13 NBLH.

Vean esta cita del libro escrito por un evangélico Cristiano en los EE.UU. Destaca las calificaciones que se necesita para tener la vida eterna:

"Mateo 9:9-13 describe el incidente juntamente con la controversia a que dio lugar. En una de las declaraciones más importantes contenidas en la Biblia, dice el Señor: "no he venido para llamar a justos, sino a pecadores" (v. 13). Esta declaración contiene una perspectiva cabal del ministerio de Jesús, un resumen del mensaje cristiano, una visión del núcleo del evangelio y la razón básica que respalda la encarnación.

¿ A que vino Jesús al mundo? A llamar a los pecadores, a los que saben que tienen una enfermedad mortal, a los que están sin esperanza, a los abrumados por la pena, los hambrientos y sedientos, los débiles, los cansados, los quebrantados, aquellos cuyas vidas están deshechas, a los pecadores desesperados que saben que son indignos pero desean ser perdonados.

Las palabras iban dirigidas a los autosuficientes fariseos que, como muchos hoy, pensaban que eran justos y no tenían ninguna necesidad espiritual. Lo cierto es que a menos que las personas se den cuenta de que tienen un problemas de pecado, no acudirán a Cristo en busca de solución. No acuden en busca de curación a menos que sepan que tienen una enfermedad; no vienen en busca de vida a menos que sean conscientes de que están condenados a muerte; no vienen en busca de salvación a menos que se sientan abrumados por la esclavitud del pecado.

Jesús vino a mostrarnos que somos pecadores. Por eso su mensaje era penetrante, poderoso. El hizo pedazos nuestra propia justicia y descubrió nuestros corazones malignos para que pudiéramos vernos como pecadores."

~ Juan MacArthur. El Evangelio Según Jesucristo. Casa Bautista de Publicaciones. El Paso TX. Copyright 1991. pg 61. www.gracia.org