Me levanté a los 6:30 de la mañana y comenzé leer mi Biblia. Comenzé en el Antiguo Testamento. No leí nada que me sobresalió. Pero leí y le confesé a Dios mis pecados. Fui a trabajar y el día me pasé muy bien sin demasiados problemas. Me dí cuenta de que Dios me hizo misericordia hoy. No es porque soy buena persona ni llevo bien con los clientes o los otros empleados. Es porque Dios me ama y me contestó a mi oración.
Si no confesamos nuestros pecados nos hacemos mas sobre todo morales y nos fijamos mas en lo que hacen mal los demás.
una foto de mi punto de vista en mi trabajo

la foto de mi escritorio donde trabajo