miércoles, 25 de mayo de 2011

Jesús vino a mostrarnos que somos pecadores

Pero vayan, y aprendan lo que significa: 'MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO'; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores."

"Mateo 9:9-13 describe el incidente juntamente con la controversia a que dio lugar. En una de las declaraciones más importantes contenidas en la Biblia, dice el Señor: "no he venido para llamar a justos, sino a pecadores" (v. 13). Esta declaración contiene una perspectiva cabal del ministerio de Jesús, un resumen del mensaje cristiano, una visión del núcleo del evangelio y la razón básica que respalda la encarnación.
¿A que vino Jesús al mundo? A llamar a los pecadores, a los que saben que tienen una enfermedad mortal, a los que están sin esperanza, a los abrumados por la pena, los hambrientos y sedientos, los débiles, los cansados, los quebrantados, aquellos cuyas vidas están deshechas, a los pecadores desesperados que saben que son indignos pero desean ser perdonados.
Las palabras iban dirigidas a los autosuficientes fariseos que, como muchos hoy, pensaban que eran justos y no tenían ninguna necesidad espiritual. Lo cierto es que a menos que las personas se den cuenta de que tienen un problemas de pecado, no acudirán a Cristo en busca de solución. No acuden en busca de curación a menos que sepan que tienen una enfermedad; no vienen en busca de vida a menos que sean conscientes de que están condenados a muerte; no vienen en busca de salvación a menos que se sientan abrumados por la esclavitud del pecado.
Jesús vino a mostrarnos que somos pecadores. Por eso su mensaje era penetrante, poderoso. El hizo pedazos nuestra propia justicia y descubrió nuestros corazones malignos para que pudiéramos vernos como pecadores."
~ Juan MacArthur. El Evangelio Según Jesucristo. Casa Bautista de Publicaciones. El Paso TX. Copyright 1991. pg 61.www.gracia.org