Es necio evaluar según la apariencia, la voz, la belleza o inteligencia de alguien. Estas nos ocasionan hacer algunas presunciones, dar preferencia o codiciar lo que no debemos. Estos nos guían al pecado.
Antes que fuimos salvados de la corriente de este mundo, no teníamos necesidad de Dios. Flotando para río abajo junto con los demás no requiere ninguna fuerza aparte de la nuestra. Enfrentando todo el poder del enemigo requiere un poder totalmente extranjero al nuestro.
lunes, 12 de septiembre de 2011
Citas para El Lunes
Suscribirse a:
Entradas (Atom)